Día de muertos, así se vive esta tradición mexicana
La muerte es un tema que ha fascinado al ser humano desde el principio de los tiempos, y es natural, porque ese umbral, el de pasar al más allá, siempre ha sido el más temido, pero también el que más curiosidad ha generado. ¿Qué ocurre después de exhalar el último aliento? Las religiones, las culturas, han tratado de explicarlo a través de todo este tiempo. Lo curioso es ver como todas parten casi de la misma base, pero ofrecen distintas interpretaciones, y de hecho, distintas formas de “celebrarla la muerte”.
Mientras que en la mayor parte del mundo el día 1 de Noviembre suele ser un día consagrado al recuerdo solemne de los que se han ido, con misas de difuntos, visitas a los cementerios y todo de una forma muy apagada y en ocasiones incluso triste, en México el Dia de muertos se celebra con todo el colorido del mundo y es una verdadera fiesta, un homenaje auténtico de los vivos a aquellos que ya no están entre nosotros, con comida, bebida y canciones, algo muy diferente a lo que ocurre, por ejemplo, al otro lado de la frontera, en Estados Unidos.
Origen de esta tradición.
Hay quien apunta a que el origen de la fiesta del Día de Muertos es plenamente mexicano, retrotrayéndose a la época prehispánica para explicar muchas costumbres, y en parte llevan razón. Sin embargo, el origen del Día de Muertos tal y como se celebra hoy en día en el país azteca es el resultado de la combinación de esa amplia y rica mitología, con algunos detalles traídos directamente por los españoles desde Europa, como el camino de flores hasta el altar, que es muy similar al que ya se utilizaba en el siglo X en Francia, o el hecho de dejar la comida favorita del difundo en el propio altar, que también es algo traído desde la Europa medieval, algo que salvo en casos muy puntuales, irónicamente se ha perdido en su momento de origen.
Visitas al camposanto
Aunque la tradición parece estar decayendo en los últimos tiempos, reservándose más para las zonas rurales donde todavía quedan muchas personas mayores, siguen siendo miles los que celebran el Día de los Muertos en el camposanto, llevando sus ofrendas a sus difuntos, entre flores, comida y música. Se trata de una celebración en toda regla, una auténtica fiesta, siempre desde el respeto a los muertos, por supuesto, pero despojada de toda tristeza. Esos días, las tumbas se limpian para estar con el mejor aspecto posible, y el camposanto se llena de auténtico colorido por las ofrendas, las flores y las máscaras, en un homenaje muy especial a los difuntos.
Altares del día de muertos y ofrendas
Los altares que se colocan para el Día de Muertos son seguramente una de las tradiciones más populares e importantes de esta fiesta. Los podemos encontrar de dos, tres y hasta siete niveles, representando los lugares por los que el alma del difunto debe pasar tras morir. El altar se llena con flores aromáticas, representaciones del fuego, la tierra y el agua, como elementos esenciales, pero también con fotografías de los difuntos, e incluso con comida y bebida que solían gustarles. Así mismo, en muchas ocasiones, el altar se completa con objetos que poseía el difunto y a los que tenía gran cariño, para terminar el homenaje completo a la figura de la persona fallecida.
Las Calaveritas literarias
Otra de las tradiciones que se siguen desarrollando en el Día de Muertos en México tiene que ver con las rimas, en este caso con rimas sencillas e irónicas que hablan de situaciones cotidianas o importantes, introduciendo el tema de la muerte en todas ellas. Son las Calaveritas literarias, que suelen escribirse en los días previos a la fiesta, y que se recitan luego en los camposantos y en las celebraciones del Día de los Muertos. Tiene una composición muy corta y sencilla y son tomadas como simples copillas, aludiendo a las katrinas, representación clásica de la muerte para los mexicanos, en forma de calavera.
Los mejores lugares de México para disfrutar de esta tradición.
Como decíamos anteriormente, parece que en los últimos tiempos la tradición está viéndose abocada a los lugares más rurales, a los pueblos, donde la gente mayor sigue manteniéndola. Sin embargo, todavía se pueden encontrar celebraciones del Día de los Muertos en ciudades grandes del país azteca, como Guadalajara, Jalisco o la propia Ciudad de México. Los visitantes siempre son invitados a participar en ellas, con el respeto por delante, por supuesto, y suponen una manera diferente y rompedora de tratar un tema que todavía sigue siendo tabú en muchos casos, como es el de la muerte de un ser querido.